Tras el diagnóstico de una enfermedad reumática podemos decir que la persona pasa por tres etapas claras en su evolución:
La primera de ellas es la que sigue inmediatamente tras el diagnóstico. La persona afectada se llena de dudas y miedos por la falta de información que rodea a este tipo de patologías. En este momento es cuando más necesitan de nuestro apoyo y de la seguridad que le podemos aportar desde la Liga Reumatolóxica Galega, con el fin de que puedan comenzar lo antes posible a levantar el ánimo y encauzar el tratamiento y rehabilitación de forma positiva y comenzando a controlar a la enfermedad.
La segunda etapa que podemos describir es la de estabilización de la efermedad y el camino a encontrar el tratamiento diana que mejor le pueda ayudar y mejorar los síntomas. Por lo general, las dosis o tipo de tratamiento va variando hasta poder encontrar aquel que es más efectivo. Debido a los cambios y variaciones en la medicación, suelen existir en esta etapa más altibajos, etapas de brote cuando se cambia de medicación o cuando suele empezar a ya no ser efectivo mientras se comienza con el otro, por ello es muy importante (en esta y en todas las etapas) el apoyo constante de los familiares y amigos.
La tercera etapa en las enfermedades reumáticas sería la estabilización de la enfermedad, cuando la persona afectada tiene control sobre ella, reconoce sus síntomas en caso de brote y puede prevenir situaciones de empeoramiento. Aquí la persona se convierte en un paciente experto de su propia enfermedad.